Caracterizado por un diseño minimalista pragmático y estético, la línea de cocinas Thea de Arclinea carece de tiradores. Además, se distingue por sus líneas esenciales que favorecen el uso racional del espacio. No obstante, no sacrifica la versatilidad de sus muebles que favorecen la creatividad culinaria.
Los muebles que integran Thea son de los más versátiles de Arclinea, gracias a su composición única, especialmente en las puertas. Se trata de superficies texturizadas y tridimensionales que evocan naturalidad y trabajo excepcional de manos expertas. La sucesión de líneas verticales crea un efecto contrastante de luces y sombras que aportan dimensión a las cocinas. Además, debido a su acabado de roble el resultado es elegante y visualmente armónico.
Su distribución trilateral resalta una gran diversidad de espacios así como los equipamientos, entre los que se encuentran: zona de cocción central con placa de inducción y campana integrada, doble fregadero lateral, horno empotrado en isla y electrodomésticos dispuestos para racionalizar los flujos de funcionamiento. También cuenta vitrinas de vidrio de puertas dobles con marcos de bronce cepillado y vidrio stopsol, el cual permite un mejor control del calor. Los interiores son de roble y los estantes de aluminio tipo grafito.
Estanterías, repisas y cajones disponen de una adecuada luminosidad gracias a la fuente de luz led integrada en puntos estratégicos de los muebles. Por todo ello, Thea se convierte no solo en una cocina, sino en un magnífico lugar de trabajo totalmente equipado, a fin de crear obras culinarias. También está destinado para el goce de momentos inolvidables gracias a la mesa de comedor Arclinea y al banco Panca, ambos complementos naturales de la estética lineal que ofrece Thea.